Un plan urbanístico integrará nueve ciudades en el área de Guangzhou para dar lugar a un gigante económico y demográfico de 42 millones de habitantes.
26/01/2011. Spanish.China

Nueve ciudades del delta del río de las Perlas se fundirán para dar lugar a una megalópolis que en un periodo de 12 años alcanzará los 42 millones de habitantes y más de 41 mil kilómetros cuadrados -casi la superficie total de países como Holanda o Suiza- convirtiéndose en la mayor ciudad del planeta.

Tal es el objetivo de un plan urbanístico presentado por las autoridades locales y aprobado por el Consejo de Estado chino ya en 2009. El proyecto incluye 150 grandes obras de infraestructura que buscan mejorar las conexiones entre los núcleos urbanos de la zona, así como el suministro energético, los recursos hídricos y las telecomunicaciones. Las inversiones alcanzarán más de 270 mil millones de dólares.

El proyecto incluye las ciudades de Guangzhou, Shenzhen, Foshan, Dongguan, Zhuhai, Zhongshan, Jiangmen, Zhaoqing y Huizhou. Cabe destacar también la proximidad de Hong Kong y Macao.

También se aplicarán reformas orientadas a lanzar la economía, que incluyen incentivos fiscales. En la actualidad, el conjunto de las nueve ciudades agrupadas suponen el 10 por ciento del producto interior bruto (PIB) de China, por lo que la relevancia económica de la nueva megalópolis es extrema, con áreas como Shenzhen, una de las ciudades más ricas de todo el país y capital de las industrias de alta tecnología.

El plan está dirigido a relanzar el valor de la zona, que en los últimos años ha ido perdiendo esplendo por la competencia de otras regiones del país, como Shanghai y el delta del Yangtsé o la zona de Bohai, al norte del país, que incluye Pekín y Tianjin. La competencia entre las ciudades y regiones del país se ha convertido en una manera de avivar la economía y el desarrollo de la nación, fomentada por el propio Gobierno central.

Las proporciones del fenómeno urbano en China son impresionantes. Numerosas nuevas ciudades aparecen por todo el país casi cada año y el flujo de población rural hacia los centros urbanos tiene proporciones míticas que hacen del proceso de urbanización actual de China el mayor y más rápido de la historia de la humanidad.


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El Libro establece 112 criterios para alcanzar un desarrollo más sostenible, realiza un análisis de toda la normativa vigente en planeamiento urbanístico e incluye un Decálogo con propuestas clave para reducir la insostenibilidad. El trabajo ha sido coordinado por el Ministerio de Vivienda y elaborado por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, con la colaboración de las Comunidades Autónomas y de académicos y profesionales.

El documento está dirigido a quienes deben tomar las decisiones en el ámbito municipal, “de la manera más eficiente posible” y en línea con los objetivos del Gobierno, como es la rehabilitación y la regeneración urbana integrada, según explicó la Ministra. Beatriz Corredor añadió que es el momento de “hacer más con menos”, en un tiempo en el que en todo el mundo se impone la vuelta a la austeridad, buscando la máxima eficiencia de los recursos públicos.

Pedro Castro señaló que el Libro Blanco recoge buena parte del trabajo que la FEMP y el Ministerio habían esbozado con la puesta en marcha de una estrategia común para intervenir en el territorio desde una nueva cultura urbanística y afirmó que con las recomendaciones, estrategias e indicadores que recoge este libro, “estamos más cerca de hacer realidad el principio de desarrollo urbano sostenible”.

El Presidente de la FEMP afirmó también que hay que buscar mecanismos que permitan reducir el impacto en nuestro entorno o, dicho de otro modo, de lo que se trata es de “crecer menos, para crecer mejor”, siguiendo los principios de la “Carta de Leipzig sobre Ciudades Europeas Sostenibles”.

Los Gobiernos Locales, según apuntó, apuestan por la rehabilitación y el reciclaje urbano como principal instrumento de transformación de la ciudad, para construir un nuevo modelo que potencie la proximidad y la calidad de vida.

En este camino hacia el futuro, dijo, se puede contar con los Gobiernos Locales, por su gran responsabilidad en la aplicación de políticas consensuadas, con la Administración Autonómica y la Estatal.

Criterios de sostenibilidad

El Libro Blanco detecta las carencias y deficiencias que están limitando el desarrollo urbanismo más sostenible y establece una serie de criterios o indicadores de sostenibilidad, agrupados en siete grandes bloques que tienen que ver con el planeamiento: el entorno de la ciudad, el suelo urbano, el transporte, los recursos, los residuos, la cohesión social y la participación y la gobernanza.

A la luz de estos criterios, el Libro Blanco analiza su reflejo en la normativa vigente que desarrolla el planeamiento urbanístico en España para detectar las diversas estrategias que permitan reducir la insostenibilidad y favorecer su traslación a ámbitos concretos de actuación. De ese estudio, se puede extraer las siguientes conclusiones:

Destaca el tratamiento amplísimo por parte de todas las CC.AA. de los criterios relativos a las actuaciones sobre el entorno de la ciudad (preservación de los ecosistemas, el respeto al paisaje y la reducción en el consumo de suelo). También sobresalen los criterios relacionados con fomentar la transparencia administrativa y el acceso a la información, si bien el gran ausente es la participación activa de los ciudadanos en la toma de las decisiones estratégicas o en la aprobación de los Planes Urbanísticos.

Por el contrario, las referencias legislativas son ocasionales en otros bloques:

  • Cohesión social. Es un bloque escasamente regulado. Se legisla acerca del momento del acceso a la vivienda y la identificación de la población con su entorno (mediante la protección del patrimonio) pero aspectos tan relevantes como mejorar la oferta de equipamientos y servicios en cada barrio y fomentar la mezcla de usos en cada uno de ellos, permitiendo lo que se llama "las actividades de proximidad" para los vecinos, son casi inexistentes en la mayoría de las normas autonómicas.
  • Criterios de actuación en suelo urbano. Pese a estar asumido en Europa un modelo de ciudad compacta y compleja, las CC.AA. no plasman esta idea en su legislación, salvo por lo que se refiere a sub-criterios puntuales como el fomento de la rehabilitación, la eliminación de barreras arquitectónicas y la exigencia de estándares mínimos de zonas verdes, equipamientos y servicios públicos.
  • Criterios de actuación en temas de transporte. La legislación autonómica hace hincapié en la reducción del tráfico motorizado privado para favorecer el uso del transporte público. Sin embargo, están menos regulados aspectos importantes como la construcción de redes peatonales y ciclistas, aumentar el espacio disponible para el peatón o reducir la velocidad del tráfico motorizado privado.
  • Criterios de actuación en cuanto a recursos naturales. Las mayores referencias legislativas se refieren a optimizar y reducir el consumo de energía y de los recursos naturales (básicamente el agua) y fomentar el uso de energías renovables. Sin embargo, no se desarrolla con la misma intensidad la necesidad de adaptar los edificios a condiciones bioclimáticas, utilizar materiales reciclables en la construcción o fomentar el uso compartido de las galerías de servicios (para gas, electricidad, telefonía, etc.), reducir las pérdidas de energía en las redes de difusión, etc.
  • Tratamiento de residuos. Este bloque está más desarrollado legislativamente, destacando principalmente la reducción de vertidos contaminantes y de los residuos por medio de su gestión así como el fomento del reciclaje y la reutilización.


Decálogo para un urbanismo sostenible

El Libro Blanco incluye un decálogo, que reúne las propuestas clave para conseguir un planeamiento urbano más sostenible. Se trata de unas recomendaciones generales en los siguientes frentes:

  • Promover el uso eficiente de un patrimonio inmobiliario sobredimensionado que enfrenta viviendas sin uso a personas sin vivienda. Es necesario promover el equilibrio en el sector inmobiliario, incentivando la rehabilitación y utilizando parte del stock de inmuebles para aumentar el parque de vivienda asequible
  • Vincular la legislación urbanística con la ambiental, es decir, el planeamiento urbanístico y la perspectiva medioambiental.
  • La ruptura del nexo que une el planeamiento urbanístico con el derecho de propiedad. El Plan no es un instrumento para distribuir los valores monetarios del suelo, sino para fijar estrategias de futuro en las ciudades. Esto ayudará a luchar contra la especulación y la corrupción.
  • Hacer depender la gestión de los Planes no sólo del estricto ámbito territorial (regional o local), sino de todas sus afecciones socioeconómicas y ambientales, así como dotarse de ámbitos administrativos mucho más flexibles que los que tenemos.
  • Relacionar de verdad la planificación territorial y la urbanística y conseguir una implicación y participación ciudadanas reales.
  • Cambiar determinadas características de los Planes, entre ellas el horizonte temporal tan corto de ocho o diez años, para lograr objetivos de sostenibilidad global a largo plazo, como el cambio climático.
  • Hacer un verdadero seguimiento de la ejecución de los planes en relación con los cambios producidos en el territorio. Los observatorios territoriales deberían ser cruciales aquí, y además de su contenido analítico y descriptivo, deberían añadir cierta capacidad de decisión.
  • Recuperar la pérdida de la conciencia ciudadana y del interés de éstos por participar en el diseño y en el futuro de las ciudades, más que en concretas operaciones urbanísticas. Ayudar con información, educación, campañas de difusión e incentivos de participación.
  • Utilizar indicadores y criterios de sostenibilidad comúnmente aceptados en el planeamiento urbanístico.
  • Necesidad de cambiar el modelo inmobiliario español, claramente insostenible y poco habitable. Lograr el necesario acuerdo de todas las Administraciones Públicas para conseguirlo.

El solicitante deberá llevar registrado al menos cuatro años en Etxebide.- Se impondrá un canon a las casas deshabitadas durante más de dos años
21/01/2011. El País. Alberto Uriona

Un vasco con pocos recursos (menos de 15.000 euros anuales) podrá exigir a su gobierno una vivienda en alquiler. La futura Ley de Vivienda del País Vasco establece, entre otras novedades, el llamado derecho subjetivo, cuya principal novedad es que, si el Gobierno autonómico no le proporcione un inmueble o le da una prestación, se podrá reclamar a los tribunales. La otra novedad de la normativa, aún en fase de anteproyecto, es que se obligará al pago de un canon (10 euros por metro cuadrado útil) a los propietarios de pisos vacíos que estén desocupados más de dos años, salvo excepciones como segunda residencia o motivos laborales y de salud.

El consejero de Vivienda, Obras Públicas y Transportes del Gobierno vasco, Iñaki Arriola, ha adelantado hoy el contenido del anteproyecto, que se espera presentar al Consejo de Gobierno para su aprobación a finales de año. Se abre ahora un proceso de participación para que tanto la ciudadanía como los diferentes partidos políticos hagan sus aportaciones al texto. Los cálculos del Gobierno autónomo es que pueda entrar en vigor en 2012.

Para que la Administración reconozca el derecho ciudadano a una vivienda, el solicitante tendrá que tener vecindad administrativa en Euskadi, carecer de vivienda digna y no disponer de medios económicos para acceder a una vivienda libre, estar inscrito en el registro oficial de demandantes y tener unos ingresos determinados. Pero no se esperará a que se desarrolle el reglamento y, un año después de la aprobación definitiva, podrán beneficiarse de este derecho las familias de tres o más miembros con ingresos anuales por debajo de 15.000 euros.

La nueva ley incluye la expropiación forzosa de viviendas de protección oficial a los dueños cuyos ingresos se hayan duplicado durante tres años seguidos respecto a los máximo establecidos para acceder a estos pisos y fijará por vez primera diferentes precios, según las rentas, para una misma vivienda protegida.

¿Por qué los productos electrónicos duran cada vez menos? ¿Cómo es posible que en 1911 una bombilla tuviera una duración certificada de 2500 horas y cien años después su vida útil se haya visto reducida a la mitad?¿Es compatible un sistema de producción infinito en un planeta con recursos limitados?



Fuente: RTVE

La Edificación Sostenible es aquella que en todo su ciclo de vida, incluida muy especialmente la fase de diseño, materializa de forma equilibrada las tres dimensiones social, económica y ambiental del desarrollo sostenible.

La edificación sostenible, por tanto, deberá actuar en relación a esos tres conceptos, e involucrar a agentes que tradicionalmente no habían estado especialmente vinculados al mundo de la construcción: economistas, agentes sociales, técnicos en medioambiente, etc., con una mayor influencia de los agentes urbanistas, ya que el primer condicionante de una edificación sostenible será su emplazamiento y condicionantes socio-económicos.

Ihobe es una Sociedad Pública que tiene por finalidad apoyar al Departamento de Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco en el desarrollo de la política ambiental y en la extensión de la cultura de la sostenibilidad ambiental en la Comunidad Autónoma del País Vasco.

Guías de Edificación Ambientalmente Sostenible. Edificios Industriales

Guías de Edificación Ambientalmente Sostenible. Edificios Comerciales

Guías de Edificación Ambientalmente Sostenible. Edificios Administrativos o de Oficinas

Guía de Edificación Sostenible para la Vivienda en la Comunidad Autónoma del País Vasco

Gestiona desde Sevilla 20 de los centros comerciales que ha puesto en marcha por toda España, intermedia en su venta a fondos de inversión, organiza la expansión de grandes marcas, es consultada para las operaciones inmobiliarias y ahora participa de los nuevos modelos de negocio que la crisis ha depurado en el sector terciario
02/01/2011. Diario de Sevilla

PLANIFICÓ y puso en marcha Metromar por encargo de Raúl San José para Novaindes. Tras su lanzamiento, medió en su venta al banco suizo UBS por 100 millones de euros. En Madrid hizo lo mismo con el centro comercial Plenilunio, que ha adquirido el inversor francés Orion por 265 millones de euros. Tarjeta de presentación de una ejecutiva que también está detrás de otros centros como Área Sur en Jerez, o Bonaire en Valencia. Debutó en 1992 para llenar los locales de Los Arcos, el primer centro comercial abierto en Sevilla. Siempre enrolada a las órdenes de inversores extranjeros: los franceses Nortesur, los holandeses Rodamco, la francesa Unibail (Sevilla Factory, Los Arcos, Bahía Sur,... ) y desde 1999 para la consultora británica Knight Frank. Se conoce como la palma de la mano las sedes centrales de Zara en Arteixo, de Mango en Barcelona, de Fnac en París.

-¿Qué magnitudes mueve ahora?

-La oficina de Sevilla no es regional sino transversal como las de Madrid y Barcelona. Soy uno de los cinco socios de la compañía en España, llevo el área de retail de los centros comerciales. Tengo 60 personas a mis órdenes y gestionamos 20 centros. Nuestros clientes son tanto los promotores como los propietarios y los inversores. Nos dedicamos tanto al diseño y mantenimiento de los edificios como a la captación de comercios, al márketing hacia el público y el ofrecimiento a fondos de inversión para que compren esos centros .

-¿Los estudios de mercado aciertan en estos temas?

-Lo analizamos todo: la demografía, la tipología social, el poder adquisitivo, la saturación del mercado. En el 70% de las propuestas que nos llegan, desaconsejamos esa inversión donde pensamos que ya no caben más centros comerciales. El criterio es si las tiendas venderán, no si se puede hacer un edificio. La mentalidad ha de ser comercial, no inmobiliaria.

-¿Qué parámetros sigue para definir sus contenidos?

-Es de lo que más me gusta de mi trabajo. Estudiar si debe tener o no hipermercado, o supermercado, o tiendas de alimentación. Cines o no. Cuánta moda joven, cuántos metros para zapatería infantil, cuántos para restaurantes.... Todo se mide, equilibrando la proporción de comercio local, regional e internacional. Y nos coordinamos con los arquitectos, y controlamos el diseño de cada tienda para exigir que se atengan a los estándares de calidad estipulados en los contratos de alquiler. A Zara la convencemos de que además de H&M o Imaginarium también tienen que estar tiendas como Zapatería Nicolás. Sabemos lo que factura cada tienda. Si la zona infantil es adecuada o no, por qué una tienda no vende, si merece la pena que permanezca en el centro. Al manejar vencimientos en fechas diversas, podemos incorporar a marcas nuevas que nos interesen.

-¿Tiene otras áreas de negocio?

-Además de llevar el retail de centros comerciales, también el sector de oficinas y el de consultoria inmobiliaria. Entre nuestros clientes, están el Sevilla, Isla Mágica, Cajasol, la Junta de Andalucía, Ayesa, Garrigues, etc.

-¿Cómo influye en los centros el auge del comercio electrónico?

-La tienda online de Zara, en tres meses, ya vendía más que su mejor tienda, que es la de Milán. El Corte Inglés recibe diez millones de visitas en su web al mes. Renfe ya vende el 19% de sus billetes por internet. Empresas de comercio electrónico como la francesa Vente Privée ha facturado en un año 680 millones de euros, 45 de ellos en España. El cliente tipo que se va a ese tipo de consumo es de 35 a 49 años, con poder adquisitivo medio-alto, universitario con empleo a tiempo completo.

-¿Sobrevivirán todos los centros comerciales de Sevilla y provincia?

-No, donde se han hecho sin población suficiente se van a morir. En España hay 640 centros, con 15 millones de metros cuadrados de superficie comercial. Y se cierran ya centros enteros como el M40 de Madrid.

-¿Y no van a surgir nuevos que superen a los anteriores?

-Sí, pero muy bien pensados. En Sevilla, hace falta uno bueno en la zona sur, para Bermejales, Heliópolis, Bami, Porvenir,... Y un macroproyecto estilo Xanadú Madrid con toda la moda y ocio,... que da igual donde esté situado.

-Ikea planea otro centro en Sevilla.

-A su alrededor se va a conformar el macroproyecto. Nosotros trajimos a Ikea a Sevilla y le orientamos para ese emplazamiento junto a Castilleja, creando al lado AireSur. Ahora Ikea tiene su división de desarrollos comerciales, como ha hecho en Jerez, poniendo su tienda como locomotora de lo que se promueve alrededor.

-¿Qué cabe esperar del mercado de oficinas en Sevilla?

-Se está dando el paso de un mercado doméstico a otro profesional. Cartuja se consolida como zona puntera, la desocupación no llega al 10%. Allí está ahora la renta entre 14 y 17 euros el metro cuadrado, en la mejor época estaba entre 18 y 21. Nervión es la otra zona de primera. Si en este barrio se pudieran hacer tres torres más de oficinas, se ocupaban. Y en ese nivel A también está La Palmera.

-¿Qué falta y qué sobra?

-Hay déficit de espacios grandes para oficinas de empresas importantes. Es una paradoja, los promotores en Sevilla no han diseñado los edificios para ese tipo de clientes (consultoras, bufetes, empresas tecnológicas) que piden varios miles de metros cuadrados. Los módulos deben ser más versátiles. En general, soy optimista sobre el mercado de oficinas. En Mairena del Aljarafe vamos a inaugurar una torre que ya tiene el 70% comercializado. El edificio Insur Cartuja también va bien. Torneo tardará en tener alto nivel de ocupación porque se hizo con mentalidad inmobiliaria más que comercial, con excesivo número de metros cuadrados, y en pequeños módulos sólo para pymes.

-Del casco antiguo no dice nada.

-El centro genera más clientes que el mejor centro comercial de Sevilla. Antes, yo no iba nunca a comprar a Plaza Nueva, era un conjunto de bancos, y hoy es una plaza de buenas tiendas. En la Avenida de la Constitución hemos colaborado en la venta del edificio de Fnac. Intermonte se lo compró al Banco Urquijo y ahora se lo ha vendido al fondo de inversión de la familia Garcia Baquero. La Avenida de la Constitución ha de tener también productos propios y no sólo los que se puedan encontrar en otras ciudades.

-¿Qué está cambiando en el mercado de la vivienda?

-Lo que va a seguir sin venderse son los 300 chalets que están en mitad de la nada. Esa oferta sobra, pero los pisos bien situados, como los que tiene La Caixa en el centro de Córdoba, hemos tardado en venderlos un fin de semana. A los bancos les van a seguir llegando muchas viviendas, porque caerán más empresas promotoras que habían refinanciado su deuda hasta 2011. Y de las grandes bolsas de suelo que tienen cajas y bancos, las de buena ubicación dan pie a nuevos modelos de promoción y financiación que no tienen nada que ver con lo de antes.

-¿Persiste la sobrevaloración de activos para maquillar la ruina?

-Cada vez menos. El Banco de España está especialmente pendiente del valor de los suelos. Las empresas serias decimos lo que valen las cosas, no lo que la gente nos dice que vale. En la época de euforia, facturamos menos en este área porque decíamos la verdad y muchos clientes no querían oírla, dejaban de contratarnos.

-¿No se estudia cuánto dinero tienen los posibles compradores de viviendas para poder pagarlas?

-No se ha hecho. Sólo lo hace la banca cuando hipoteca. Ahora todo el mundo hace estudios. Antes no. Nuestros ingresos por consultoría han subido un montón. Los bancos, los promotores, todos nos preguntan y nos piden estudios de viabilidad. Si se hubiera hecho así antes, no estaríamos en una situación como la actual.

-Asusta tan poca profesionalidad.

-Los productos inmobiliarios necesitan de una madurez que casi nadie entiende. Un centro comercial tarda en consolidarse cuatro años y medio. ¿Usted, promotor, puede aguantar ese tiempo? Pongo otro ejemplo. Es ahora, ocho años después, cuando hay ya muchos comercios abiertos en los locales del edificio de viviendas que se hizo en los antiguos terrenos de Coca-Cola. Antes no se había generado demanda para que el comercio existiera.

-¿Se vivirá más de alquiler?

-Va a tardar mucho pero va a venir. No imagino a mi hija obsesionada por comprar un piso. Ha nacido ya en un mundo global, será consciente de que no va a vivir toda su vida en el mismo lugar.

-¿Cómo ve la Sevilla actual?

-Es una ciudad que tiene un tamaño perfecto. Falta iniciativa empresarial. Porque ser rico no es tener dinero, sino generar riqueza. Veo mucha desigualdad en la calle. Es una ciudad mal comunicada y con un gravísimo déficit de transporte público. Hace falta una gestión global con las poblaciones de alrededor. Sobran ayuntamientos. Pondría una macroinstitución que lo organice todo con visión global.


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