Apuntes de Instalaciones 1

Apuntes de la asignatura Instalaciones 1 (abastecimiento, saneamiento, electrotecnia y luminotecnia) de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla. Curso 2004-05.

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La compatibilidad con programas externos, las ventanas 'inteligentes' o el arranque rápido son algunas del nuevo sistema operativo. Los medios han recogido con regocijo al sucesor de Vista: "Es tan bonito como las cosas que hace Apple y no te trata como un burro". El nuevo sistema operativo de Microsoft fue presentado en Sietes.
20 Minutos. 25/10/2009

Windows 7, que está disponible desde el 22 de octubre en las tiendas de todo el mundo, es "el mejor sistema operativo de toda la historia de Microsoft", según anunció esta semana la presidenta de Micrososft Ibérica, María Garaña: "Es más rápido, más fácil de usar, más seguro y tremendamente innovador", apuntó.

Muchos medios han dado la bienvenida a este nuevo Windows con euforia tras la decepción que supuso el Vista. Desde Microsiervos han recopilado algunos de las citas más descriptivas sobre lo que significa Windows 7: "Esa pesadilla que ha durado tres años, llamada Windows Vista, ha terminado" (NY Times); "Es un antiVista" (Techworld); "Es tan bonito como las cosas que hace Apple y no te trata como un burro" (The Inquirer); "El mejor Windows" (Tech Radar)...

En 20minutos.es te ofrecemos algunas de las perlas que esconde Windows 7:

Compatibilidad con programas y conectores externos: cuando Microsoft lanzó al mercado Windows Vista habían muchos 'drivers' (de audio y vídeo principalmente) y conectores usb para los que no se estaba preparado. Eso provocó que diese problemas para instalar, simplemente, una impresora. Las advertencias de seguridad, constantes en Vista, desaparecen casi por completo en 7, siendo éste "mucho más seguro".

Ventanas 'inteligentes': Cuando se tiene varias ventanas abiertas, al seleccionar una y agitarla, las otras ventanas abiertas se minimizan, al repetir esta acción, las ventanas vuelven a su ubicación anterior.

Arranques mucho más rápidos: una de las quejas más habituales de los usuarios, tanto de Vista como de XP, era la velocidad de arranque. El nuevo sistema operativo de Microsoft se inciará el doble de rápido que lo hacía Vista.

Gráficos más detallados: Windows 7 viene equipado con DirecX 11, una aplicación creada para facilitar la correcta visualización de los productos multimedia que, tras el relativo fracaso de la versión anterior, pondrá a disposición de los usuarios gráficos avanzados que multiplican los detalles sin reducir la velocidad de los juegos.

Cien veces más rápido: algunos expertos en tecnología piensan que el DirectCompute es la parte más revolucionaria del nuevo Windows. Se trata de una aplicación que multiplica la capacidad del procesamiento paralelo de las GPUs -unidades de procesamiento gráfico- para crear aplicaciones de cálculo altamente eficientes. El resultado es un incremento notable de la velocidad de procesamiento de datos.

Operar con varios monitores a la vez: otra aplicación presente en el nuevo sistema operativo, la llamada Eyefinity, permite trabajar de una forma eficiente con varios monitores. En un principio, esta tecnología necesitará una tarjeta gráfica ATI 5870, que cuesta alrededor de 379 dólares (252 euros), pero con el tiempo el coste se rebajará sensiblemente.

Informática de 64 bits: Microsoft vendía dos versiones de Vista, una para los ordenadores con predecesores de 32 bit y otra para los que portaban 64 bit. Ahora, 7 incluye ambas versiones, de 32 y 64. Así, el nuevo windows será lanzado en versiones para arquitectura 32 bits y 64 bits en las ediciones Home Basic, Home Premium, Professional y Ultimate.

Guía de televisión para vídeos en Internet: el Windows Media Center permite a los usuarios de televisión por cable o satélite reproducir y grabar los contenidos. Con Windows 7 esta tecnología se ha desarrollado aún más. Una de estas mejoras es el Web TV Channel, una especie de guía de vídeos de Internet que permite ver clips de la Red sin ninguna interferencia.

Modo XP: el modo XP es una tecnología de virtualización orientada a pequeñas y medianas empresas que podrán, gracias a la tecnología llamada de virtualización, seguir ejecutando aplicaciones diseñadas para XP sin que haya problemas de compatibilidad.

Pantalla táctil: la nueva interfaz muctitáctil permite agrandar o reducir fotos y recorrer un mapa en Internet, arrastrar y abrir elementos, simplemente tocando la pantalla. Esta tecnología ya fue adelantada en 2008 en una conferencia por Steve Ballmer y Bill Gates.

Apuntes de la asignatura Protección contra incendios y telecomunicaciones de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla. Curso 2004-05. Legislación, apuntes y transparencias de clase.

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ABC. 05/09/2009. Itziar Reyero. Madrid

Piense en una frase célebre de su obra favorita. O en el título de cualquier libro, revista o documento jamás publicado. Ahora, encienda la pantalla de su ordenador, conéctese a internet, escríbalo en el rectangulito de su buscador de cabecera y... ¿cómo? ¿seguro que no está? Pues no desespere porque falta bien poco.

La carrera hacia la digitalización masiva del conocimiento es imparable. Pero, ¿quién debe liderarla? Una vez más, Google se ha puesto a la cabeza de un pelotón que secundan gobiernos, editores, bibliotecas y universidades de medio mundo. En su indisimulada ambición de condensar toda la información en su servidor, el gigante californiano ha puesto en marcha varios proyectos de digitalización reunidos en uno: Google Books. Un servicio que nace con el afán de convertirse en la versión moderna de la Biblioteca de Alejandría pero que, romanticismos aparte, cuenta con cientos de detractores y un sinfín de barreras jurídico-legales. El último, el Departamento de Justicia de EE.UU., que ha advertido contra la posibilidad de que Google esté incurriendo en prácticas monopolísticas.

Empieza el culebrón

En 2004, la compañía californiana inicia el escaneado de los fondos (unos de 10 millones de ejemplares) de una serie de bibliotecas públicas y universitarias en EE.UU. entre los que se cuentan obras de dominio público (que no presentan problemas de propiedad intelectual, pero sí de patrimonio) y obras sujetas a derecho de autor de todo el mundo. Primer problema: Google ha pactado con las bibliotecas -que ven con buenos ojos que una empresa privada se gaste el dinero en digitalizar sus archivos-, pero no con los «dueños» de las obras (autores, editores y otros titulares de derechos), que conocen, a posteriori, que sus obras han sido escaneadas.
Como es de esperar, la Asociación de Editores Americanos y el Sindicato de Autores (la Author Guild) presentan una demanda conjunta contra la compañía, al entender que está usurpando sus derechos de propiedad intelectual y explotación de las obras.

Tras años de negociación, en octubre de 2008 las tres partes llegan a un preacuerdo -todavía pendiente de aprobación judicial- por el que se establece una serie de recompensas a los titulares de derechos; entre otras: un mínimo de 60 dólares por título digitalizado. Según dicho pacto, Google puede digitalizar los libros y subirlos a su servidor. En principio, si la obra es de dominio público, el usuario puede descargarse una copia en PDF. Y si está descatalogada o si el editor le ha dado su permiso, Google puede exhibir una vista preliminar de la obra, y, en algunos casos, el texto completo.

Cuando parecía que la compañía estadounidense salvaba el primer escollo (el del copyright) en su carrera hacia la Alejandría digital, saltan las alarmas antimonopolio a ambos lados del Atlántico. Temen que en un futuro no muy lejano se haga con el control de la industria de los contenidos digitalizados.

Lluvia de apelaciones

Ante dicha situación, se produce un aluvión de más de 400 apelaciones por parte de asociaciones, escritores, herederos, catedráticos de Derecho y empresas como Yahoo, Amazon y Microsoft, que denuncian prácticas monopolísticas. Alertado por el Departamento de Justicia, el Tribunal Supremo de Nueva York, que debía sancionar el acuerdo, decide retrasar la vista del caso, prevista para el próximo 7 de octubre. El objetivo: dar más tiempo a las partes para que negocien en otros términos. Pero la cosa no queda ahí porque, aunque el preacuerdo sería de vigencia única en EE.UU., las repercusiones del plan Google son planetarias. La razón: entre los fondos digitalizados hay obras -y por tanto afectados- de todas partes del globo.

En Europa, el primer gobierno en oponerse formalmente al pacto ha sido Alemania, secundado por los editores franceses, que hace unos días se enfrentaban con Google en un tribunal de París. En definitiva, piden al juez que impida la digitalización masiva e indiscriminada de las bibliotecas públicas al considerar que vulneran los derechos de sus autores.

Por su parte, la Comisión Europea se reunió a primeros de septiembre con Google, editores, bibliotecas y otras partes interesadas para analizar el impacto de la alianza estadounidense. En principio, la mayoría -incluidos gobiernos- rechaza el modelo estadounidense (que choca abiertamente con la legislación comunitaria en materia de propiedad intelectual) y apuestan por su propio proyecto comunitario: Europeana. La digitalización de la cultura, entienden, ha de ser impulsada desde las instituciones públicas y no desde el sector privado (no debe ser un negocio).

«Prepotencia»

En España, los editores están que trinan y piden tanto al Gobierno como a la Comisión un «posicionamiento claro» al respecto. «Google está realizando una política de hechos consumados. Primero, nos pone una pistola en el pecho, nos digitaliza sin autorización; y luego, trata de negociar. La forma de actuar de Google y su prepotencia son inaceptables», recriminó en la citada audición Antonio María Ávila, director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España.
Además, se quejan de la falta de información (no se sabe exactamente qué obras han sido escaneadas). «En febrero le pedimos a Google que precisara qué libros habían sido digitalizados. Pero no ha habido forma. No hay transparencia, es una chapuza monumental», estima Ávila, quien insiste en que «nadie sabe a día de hoy cómo será el reparto de beneficios» en la red.
El Ejecutivo español, por su parte, ha reiterado su apoyo incondicional a la industria editorial europea. Consultado por ABC, Rogelio Blanco, director general del Libro, fue claro al respecto: «España se sitúa en el contexto de Europa, que apuesta por Europeana como la gran plataforma de la cultura europea en la red. Exigimos respeto a la propiedad intelectual y al patrimonio bibliográfico. Vivimos en un espacio de vigor editorial y no podemos dejar que nadie desde fuera lo desmorone». En palabras de Blanco, en los últimos años «se ha producido una violación de la propiedad intelectual y Google tendrá que responder por ello». De momento, los protagonistas del culebrón Google aguardan con interés la decisión del juez.

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