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Cocinero antes que fraile, Michael Connelly ejerció de periodista de sucesos antes de convertirse en maestro de la novela policiaca y sus intrigas respiran el rigor del reportero. Aquí ofrece su fórmula para la supervivencia de los periódicos
MICHAEL CONNELLY. 26/12/2011. El País

No ejerzo como periodista desde hace más de 15 años y en ese tiempo han cambiado muchas cosas. Cuando lo dejé, las tiradas eran altas e iban en aumento, y cada ciudad tenía al menos un periódico potente, cuando no se daba una fuerte competencia entre varios rotativos. Trabajé mis últimos ocho años en Los Angeles Times, un diario que los periodistas llamaban el "ataúd de terciopelo" porque era un lugar estupendo para estar y trabajar y porque lo más seguro era que también uno se quedara allí de por vida. Cuando te enviaban de viaje para cubrir una noticia, volabas en primera clase. La edición del domingo estaba tan cargada de anuncios y noticias que hasta hubo un incidente en el que un repartidor arrojó el pesado periódico a un jardín y mató con él a un perrito.

Pero eso era entonces y esto es ahora. Ya podemos olvidarnos de los asientos en primera y de las tiradas grandes. Dejemos de añorar el ataúd de terciopelo. El Times, como el negocio de la prensa en general, es más bien una caja de pino. La pregunta es si los periódicos acabarán a dos metros bajo tierra o encontrarán un punto de apoyo en la nueva era del consumo de noticias.

La conveniencia manda. Antes resultaba cómodo que te llevaran el periódico a casa o comprarlo en el quiosco cuando te bajabas del tren o del autobús. Pero Internet ha cambiado eso. Ahora las noticias están a solo un clic de distancia en la Red. Es rápido y fácil, y el consumidor puede elegir la fuente y el contenido. ¿Cómo no iba a gustarnos? La única pega es que esta revolución hace que el periódico resulte posiblemente obsoleto.

Pero no del todo. Lo que hizo que los diarios tuvieran una importancia vital para los individuos y la sociedad durante 200 años es que eran los apoyos primarios de la comunidad. Eran el centro. El sitio para la información, la conversación y el debate. En la última década hemos visto cómo ese centro se desintegraba. Se lo han comido los sitios web y los blogs y los tuiters. Ahora, el consumidor de noticias por lo general elige entre un bufé de proveedores de noticias. ¡Cómo puede el arcaico periódico sobrevivir siquiera!

La supervivencia reside en encoger el mundo, o al menos la Red. Siempre habrá unos pocos periódicos afortunados que cuenten la actualidad nacional, que vayan a las guerras y sigan a los líderes del mundo. Pero todos los demás tendrán que dedicarse nuevamente a las comunidades a las que sirven. Tendrán que proporcionar lo que la Red no tiene: contenido exclusivo de los barrios, los distritos y las manzanas. Eso que se llama periodismo comunitario. Noticias que la gente puede usar. Un peridismo marcado a base de pases cortos en lugar de intentar meter un gol desde el otro extremo del campo. Quizá no es tan llamativo como cubrir guerras o seguir al presidente, pero es lo que la gente necesita y no puede encontrar en Internet.

No todo está perdido para los periódicos. Muchos han desaparecido y muchos han quedado mutilados. En el antes estupendo Los Angeles Times habrá otra ronda más de despidos en la redacción en enero. Pero todavía hay esperanza para los que se quedan. Cuando yo era periodista, lo último que quería oír era la frase "periodismo comunitario" porque para mí significaba noticias cortas para grupos reducidos de lectores. Creo que atender a esos grupos reducidos de lectores es ahora la última esperanza para el periódico.

Traducción de News Clips.

No puede ser ni vendida ni alquilada, solo se transmite el derecho de uso.
El importe de este derecho es inferior a un alquiler o una hipoteca.
El País Vasco lo ha incorporado a su anteproyecto de ley de vivienda.

07/12/2011. 20 Minutos

La crisis económica ha descubierto las debilidades de una sociedad como la española obsesionada por la propiedad de la vivienda. Tal vez sea hora de aprender la lección y apostar por otras opciones.

Por ejemplo, el modelo escandinavo de alquiler, conocido como 'andel', con las cooperativas de régimen de cesión de uso. Se trata de un procedimiento que queda a medio camino entre la propiedad y el arrendamiento.

Ni vendidas ni alquiladas

Utilizado en países como Dinamarca, Noruega y Suecia, consiste en un modelo cooperativo según el cual la propiedad de las viviendas reside en manos de una cooperativa y en el que los socios disfrutan de un derecho de uso indefinido con un alquiler de precio reducido.

Los socios de la cooperativa disfrutan de un alquiler indefinido a precio reducidoEn este modelo las viviendas no pueden ser ni vendidas ni alquiladas, tan sólo se puede transmitir el derecho a uso. Una de sus ventajas es que se paga un derecho de uso cuyo importe es muy inferior a un alquiler o a una hipoteca.

Además, en las cooperativas de régimen de cesión de uso se dispone de un fondo monetario que puede ser utilizado para reformas de las viviendas o del edificio. Los edificios suelen tener espacios comunes para todos los miembros.

Una apuesta del Gobierno vasco

Ya hay algún ejemplo en España, pero la mayor apuesta viene del Gobierno vasco que acaba de incorporar a su anteproyecto de ley de vivienda la figura de las cooperativas de régimen de cesión de uso, con el fin de promover este modelo, a medio camino entre la propiedad y el arrendamiento.

La inclusión de esta figura en la nueva ley que prepara el Ejecutivo forma parte de las aportaciones presentadas al mismo por el Consejo Económico y Social (CES) y las cooperativas del sector.

El anteproyecto de ley ha entrado en su última fase de tramitación interna antes de ser aprobado por el Consejo de Gobierno y de ser enviado al Parlamento vasco para su aprobación definitiva como Ley de Vivienda.

El grupo de investigación SOS Patrimonio de la Universidad de Sevilla ha puesto en marcha un Observatorio Virtual de Conservación y Restauración del Patrimonio, una iniciativa pionera en Andalucía que persigue difundir la investigación y el estudio que se desarrolla en materia de defensa y protección del Patrimonio Histórico-artístico andaluz.

La plataforma, que ya registra cerca de 2.000 visitas, presta asesoramiento y servicio de consultas y pretende convertirse además en una vía de teleformación en la que se impartirían cursos de formación on-line.

SOS Patrimonio es un grupo de Atención al Patrimonio al servicio de la sociedad que, mediante la investigación y el estudio, lleva a cabo catálogos, registros e inventarios que permita su mejor conocimiento, toma medidas museográficas, protege, tanto en colecciones privadas como públicas (museos, centros culturales, centros de interpretación, etc.) y restaura aquellos bienes culturales que están afectados por el deterioro, además de preocuparse por la difusión y la educación de que favorezca una mayor sensibilización de la sociedad por su conservación.

La directora de este grupo de investigación, María Dolores Ruiz de Lacanal, explica que el Observatorio nace con el objetivo de difundir los trabajos que se han realizado en los últimos diez años, así como para crear canales con los que “poner en contacto a la Universidad con cualquier persona que esté perdida en un pueblo y tenga una sensibilización con esa ermita que se está destruyendo”. “Queremos llegar a todos los rincones e intentaremos dar respuesta a las cuestiones que nos planteen los ciudadanos relacionados con el patrimonio andaluz”, añade.

Ruiz de Lacanal admite que hasta este momento no encontraban el camino para llegar a la sociedad y que a través de las nuevas tecnologías pretenden que su labor sea también más visible. De este modo, en esta nueva plataforma se pueden consultar ya el inventario completo de la Parroquia de Cantillana (Sevilla), el pliego de alegaciones de un proyecto en Rota (Cádiz) o las restauraciones de bienes muebles que se han realizado, entre otros trabajos.

Fuente: Dirección de Comunicación
Fecha: 07/12/2011


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