Excepto en algunas actividades, sólo hará falta la declaración de responsabilidad.
El Correo. 13/12/2009. J. Alonso

La obtención de una licencia de apertura de un nuevo establecimiento suponía un entramado de trámites municipales, en los que estaban implicadas varias delegaciones, y que se prolongaba un semestre, un año o incluso más, según la actividad de la que se tratase. El propio Ayuntamiento admitió ese atasco, más grave si cabe en tiempos de crisis, y este año inició una modificación de la ordenanza de actividades con una batería de medidas encaminadas a reducir a la mitad los plazos. Esta normativa fue aprobada inicialmente y debía estar en marcha ya. Pero se va a aplazar unas semanas. El motivo es que se está introduciendo una nueva revisión aún más ambiciosa para aplicar una nueva directiva europea: se suprimirán las licencias de apertura para muchos de los establecimientos. Sólo en algunos se mantendrá esta exigencia.

El cambio es sustancial. A partir de ahora para abrir un nuevo establecimiento sólo hará falta una "declaración de responsabilidad" que depende del titular del local, que contrata los correspondientes estudios. El Ayuntamiento concederá este permiso y no realizará ninguna revisión previa. Eso sí, a partir de que esté funcionando se reforzarán los controles y se fijará un marco sancionador para castigar aquellos establecimientos cuya actividad no se corresponda con la declaración de responsabilidad entregada en los servicios municipales. La Delegación de Medio Ambiente, que dirige Encarnación Martínez, trabaja ahora en el desarrollo de este sistema, puesto que habrá actividades que se queden fuera: "Estamos realizando estudios, pero la idea inicial es que aquellos establecimientos que puedan tener más riesgo o efecto sobre los vecinos, como bares o discotecas, se mantengan con las actuales licencias de apertura, mientras que a otros como algunos comercios no les haga falta y les baste con la declaración de responsabilidad", explica la edil. La consecuencia es que algunos tipos de negocio podrán ver cómo se reducen hasta en un año los trámites. Y que el Ayuntamiento deberá reforzar los servicios de inspección a posteriori, para lo que se realizará una reestructuración interna: el personal que ahora se dedicaba a los controles previos pasará a revisar los establecimientos ya inaugurados.

La medida parte de una directiva europea -la 2006/123- que permite la libertad de establecimientos y la libre circulación de servicios. A ésta se están adaptando ahora varios proyectos de ley, pero el secretario municipal ya ha emitido un informe en el que plantea que se debe empezar a trabajar en esta línea. Se ha creado una comisión y se han detenido normativas como la ordenanza de actividades para adecuarla a este servicio, un programa que debe estar listo antes de fin de año.

"Nosotros ya habíamos avanzado en la línea que marca esta ordenanza, pero queremos ir a más y por eso hemos decidido adaptarnos de forma inmediata a la directiva", explica Encarnación Martínez. La ordenanza de actividades será una de las más afectadas por este nuevo sistema de trabajo, pero no la única. La revisión del funcionamiento interno municipal puede afectar a varias ordenanzas.

Éste es precisamente el objetivo de la comisión de coordinación de la nueva directiva, que tiene marcados una serie de objetivos: determinar los trámites que se deben eliminar y el tipo de negocios afectados; modificar las ordenanzas, actualizar la página web para prestar nuevos servicios -un proceso ya en marcha- y reformar la Relación de Puestos de Trabajo.

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