05/09/2008 | 10:43:00 h.
WWF-Adena ha reclamado la "inmediata paralización" de la variante que se ha comenzado a construir en el Rocío, en Almonte (Huelva), porque la considera "una grave amenaza" a este espacio protegido, según ha declarado a Efe el representante de esta organización en Doñana, Juan José Carmona.

Carmona ha denunciado, en una entrevista con Efe, que esta variante no sólo no resolverá los problemas de movilidad de la comarca sino que incrementará las amenazas sobre uno de los más valiosos espacios protegidos de Europa, declarado Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad.

Además, ha censurado que esta obra se haya comenzado a ejecutar sin el "preceptivo" informe del Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana, el órgano consultivo que sustituyó al Patronato del Parque Nacional tras su transferencia a la Junta de Andalucía.

"Solicitamos parar cautelarmente esta grave amenaza para Doñana, estudiar si con las infraestructuras actuales se pueden solucionar los problemas de atascos que supuestamente solucionaría e invertir la gran cantidad de dinero público que va a costar en regenerar espacios forestales o áreas para el lince, que hacen más falta que aumentar las amenazas", ha apostillado.

El secretario general de WWF-Adena, Juan Carlos del Olmo, ya expresó su rotundo rechazo a esta variante en la última reunión que el Consejo de Participación de Doñana celebró el 15 de julio, en la que este asunto suscitó un intenso debate que tuvo que ser pospuesto a una nueva reunión, convocada para el 8 de septiembre.

WWF-Adena sostiene que esta carretera aumentará las seculares amenazas de aislamiento de Doñana y el riesgo de atropello de especies protegidas, como el lince, y no resolverá los problemas de atascos puesto que aumentará el número de vehículos.

Por ello, aboga por construir aparcamientos en zonas medioambientalmente menos sensibles y fomentar desde ellas el transporte público.

Esta variante, presupuestada en 10,1 millones de euros, abarca 4,3 kilómetros -de los que 2,3 serán autovía de doble calzada- discurrirá en el límite occidental del Parque Nacional de Doñana y acabará en un paso elevado sobre el arroyo de la Rocina, uno de los puntos estratégicos de este espacio protegido al ser la principal entrada de agua a las marismas.

Esta infraestructura pretende paliar los atascos de tráfico que se registran en la Aldea del Rocío, especialmente durante la anual conmemoración festivo-religiosa que concentra centenares de miles de personas, así como los que se producen en verano por el tránsito de unas cien mil personas de la cercana urbanización costera de Matalascañas.

La variante comienza en la confluencia del camino de Villamanrique de la Condesa al Rocío -carril rural asfaltado por la Junta de Andalucía, lo que acarreó un expediente sancionador de la UE a España- con la carretera de Almonte a Matalascañas, a unos veinte kilómetros de esta urbanización costera.

Los ecologistas temen que la nueva infraestructura suponga un primer paso para el definitivo desdoblamiento de esta carretera, desaconsejado por el comité de expertos que en 1992 elaboró un plan para el desarrollo sostenible de la comarca de Doñana y que no se ha consensuado por los grupos de trabajo del segundo Plan de Desarrollo Sostenible de Doñana.

La variante del Rocío no sólo ha suscitado el rechazo de grupos ecologistas representados en el Consejo de Participación de Doñana sino también del Ayuntamiento almonteño y de hermandades rocieras, que han pedido su modificación por entender que afecta a la fluidez de paso y a la seguridad de las hermandades rocieras.

También estos colectivos han denunciado que las obras hayan comenzado sin que sus alegaciones se hayan debatido en el Consejo de Participación.

La Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía arguye que esta obra ha superado los trámites de información pública y evaluación ambiental y que su demora acarreará importantes pérdidas económicas.

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